• ¿Cuáles son las modalidades de lectura que deberían ser objetivos de las políticas?

  • Las políticas de promoción de la lectura solo pueden funcionar si se especifican las formas de lectura que se quiere promover.

  • ¿Qué supone una modalidad particular de lectura, representada por una “situación de lectura típica”, para los objetivos a largo plazo?

Christoph Bläsi ofreció en Readmagine 21 una muestra breve, pero inspiradora, de sus profundos conocimientos sobre la lectura. No es una sorpresa para este profesor de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (Alemania) porque es uno de los expertos más influyentes en el campo del análisis de la industria del libro y la investigación sobre la lectura.

Blässi comenzó su presentación formulando la pregunta: ¿qué formas o modalidades de lectura existen hoy y cuáles de ellas deberían ser objeto de políticas de promoción de la lectura? La respuesta irá orientada por el siguiente principio: Las políticas de lectura deberían ayudar a las personas a lograr sus objetivos en la vida.

La hipótesis de Blässi es que «las políticas y medidas de promoción de la lectura solo pueden funcionar si se especifican las modalidades de lectura que deberían promover y si existe un ajuste claro entre estas formas y los objetivos a largo plazo destinados a …»

Modalidades de lectura

En el marco de una sesión dedicada a una posible nueva agenda europea para el fomento de la lectura, Blässi explicó lo que puede entenderse como “formas o modalidades de lectura” formulando las preguntas que se podrían plantear sobre cada situación de lectura con el fin de conseguir un espacio multidimensional; preguntas como:

  • ¿Qué se lee? (género del libro; periódico / revista, (blog) discusión,…) (contenido)
  • ¿Qué influyó en la elección del material de lectura?
  • ¿Se lee como parte de una tarea (educativa o profesional) o por placer? (finalidad)
  • ¿En papel o en una pantalla, o como audio? (soporte)
  • ¿Durante qué duración de una sesión de lectura?

Este espacio multidimensional de posibles formas de lectura es difícil de manejar y es por eso que Bläsi eligió una situación de lectura típica para poder continuar su exposición con el fin de ayudar al proceso de diseño, utilizando la categoría de las “personas” como se hace en la metodología del “design thinking”.

Ofreció algunos ejemplos:

  • Leer un título de ficción de género prestado en un libro impreso mientras se viaja (por placer).
  • Leer un clásico comprado de la literatura nacional en un libro impreso ´en un sillón de su casa´ (para el ocio).
  • Leer contenido educativo en una tableta en la escuela.
  • Leer un blog de moda en un teléfono inteligente en una pausa del trabajo (por placer).
  • Leer un periódico impreso prestado en un café (por placer).
  • Escuchar * un audiolibro suscrito de un clásico de la literatura nacional mientras se hace deporte (por placer).
  • Leer el título de un libro electrónico de ficción de género autoeditado en un grupo de lectura on-line (por placer).

Viendo este vídeo se puede seguir la interesante explicación y cómo Bläsi también se refiere a los objetivos a largo plazo de las políticas de promoción de la lectura. Utiliza esquemas inspiradores a los que denomina «signatures» de las formas de lectura o situaciones típicas de lectura, respectivamente. Estos diagramas tiene la vocación de ayudar a responder la pregunta: ¿Qué supone una forma particular de lectura, representada por una situación de lectura típica, para los objetivos a largo plazo de la persona?

Una de las conclusiones más importantes de la presentación de Blässi en Readmagine 21 fue su afirmación de que «es muy plausible suponer que cada una de estas diferentes formas de lectura requieren formas muy diferentes de políticas de lectura y medidas concretas de promoción de la lectura».

Christoph Bläsi (nacido en 1960) es profesor en la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz, Alemania (desde 2009); antes de regresar al mundo académico, ocupó altos cargos en edición digital y gestión de información estratégica en varias editoriales alemanas importantes (1992-2004).

Las áreas de investigación actuales de Christoph Bläsi incluyen aplicaciones de inteligencia artificial en la publicación, (en particular los aspectos económicos de esta tecnología), ediciones educativas, así como libros de cocina (siguiendo un enfoque que incluye Humanidades Digitales). En este momento, está involucrado en dos proyectos de investigación colaborativa, Aldus Up, la Red europea de ferias del libro financiada por Creative Europe, y AuROA, un proyecto financiado por el gobierno alemán sobre aspectos del libro de acceso abierto en las humanidades y las ciencias sociales.

Los estudios sobre comportamiento lector en Europa muestran grandes divergencias en cuanto a herramientas, periodicidad, dimensión de las muestras, las variables que se observan o, incluso, en torno a la propia definición de lo que es “lectura”.

La red Aldus Up ha fijado como pasos posteriores a este estudio presentado en la Feria de Bolonia, tanto la publicación de un documento sobre la delimitación del significado de “leer” en esta época, como una propuesta de metodología común europea.

El fomento de la lectura es un desafío en toda Europa y resulta difícil establecer comparaciones y obtener una perspectiva general, a pesar de la gran cantidad de estudios sobre comportamiento lector que hay en los diversos países. En un momento en el que se quiere lanzar una política de fomento cultural a escala europea debería ser posible contar con un diagnóstico común. La imposibilidad de disponer de esa información no solo se debe a que las encuestas se centren en aspectos divergentes de la lectura, sino, lo que es más importante, a que siguen enfoques metodológicos distintos.

La red europea Aldus Up, coordinada por la Asociación Italiana de Editores, ha fijado como uno de sus objetivos el abordar este desafío, para lo cual el objetivo establecido es el desarrollo de una metodología unificada de encuestas sobre hábitos de lectura y la implementación de una encuesta piloto que demuestre su operatividad real.

Este informe de partida ha sido publicado por Aldus Up y fue elaborado por la Asociación Noruega de Editores con el apoyo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y bajo la coordinación del Departamento de Estudios del libro de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz.

La Fundación Germán Sánchez Ruipérez se ha implicado en el liderazgo de esta iniciativa desde la coherencia con su misión estratégica de construir capital de conocimiento en torno a la lectura y como aportación a la estrategia española que va a impulsar la Dirección General del Libro y Fomento de la lectura del Ministerio de Cultura y Deporte con el inminente Pacto por la Lectura. Se ha considerado relevante que la convergencia metodológica en Europa en sistemas de medición de comportamiento lector vaya de la mano de otras iniciativas que puedan surgir en el contexto del pacto y de políticas ministeriales para la promoción de la lectura y la innovación en el sector del libro, desde una mirada con alcance europeo.

Para la obtención de datos ha sido crucial el apoyo de la Federación Europea de Editores. La encuesta exploratoria -en forma de cuestionario en línea- se llevó a cabo en febrero y marzo de este año con el fin de obtener información sobre los enfoques metodológicos usados en las encuestas ya existentes en Europa. Se evaluaron los datos de un total de 24 encuestas sobre hábitos de lectura de 20 países europeos: Austria, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, España, Suecia, Países Bajos y, fuera de la UE, Reino Unido, Noruega y Turquía. A esta evaluación se le sumó un análisis documental adicional.

Los resultados de la encuesta muestran un panorama muy divergente, con diferencias tanto en el enfoque metodológico general con respecto a la recopilación de datos y la composición de la muestra, como en el uso de las variables reales que miden o con los que se correlacionan los hábitos de lectura.

A continuación recogemos alguna de las características referidas a las metodologías y las dimensiones que presentaría el desafío de una unificación en los sistemas para estudiar el comportamiento lector en los países de la Unión Europea.

Entidades responsables

Las entidades que tienen la responsabilidad o la iniciativa en los estudios sobre hábitos de lectura se pueden agrupar generalmente de tres categorías principales, a saber, administraciones públicas, seguidas de asociaciones del sector del libro y organizaciones no gubernamentales. La recopilación de datos para las encuestas es realizada por las propias organizaciones o asignada a empresas externas de investigación de mercado.

Frecuencia

Se puede encontrar una heterogeneidad más amplia al observar la periodicidad de las encuestas: si bien la mayoría se realiza en intervalos de tiempo regulares, que van desde tan solo tres meses hasta cinco años. Las evaluaciones anuales son las más comunes. Aproximadamente un tercio de las encuestas se lleva a cabo de forma irregular y los últimos datos disponibles a veces se remontan a varios años. Teniendo en cuenta las anotaciones realizadas por algunos participantes, esta circunstancia, así como la ausencia total de encuestas sobre hábitos de lectura en algunos países, suele atribuirse a la falta de recursos presupuestarios o humanos.

Recopilación y presentación de datos

La misma conclusión se puede afirmar en cuanto a los métodos empleados para la recopilación de datos, los cuales se pueden dividir en dos categorías: el recurso más frecuente son las entrevistas personales, mientras que los cuestionarios es el instrumento menos utilizado. Al margen de esta dicotomía, algunas encuestas también utilizan una combinación de ambos métodos; al hacer esta integración de varias herramientas, pueden llegar a una gama más diversa de participantes de diferentes sectores de la sociedad y, por ejemplo, no excluyen a las personas mayores sin acceso a Internet.

Otro factor que podría dificultar el acceso y, por lo tanto, el uso y la comparabilidad de los datos recopilados de los estudios sobre comportamiento lector a un nivel internacional más amplio es que los resultados, generalmente, solo se publican en el idioma local del país respectivo. Solo en tres casos los resultados también están disponibles en inglés.

Muestra

También se ha detectado una gran discrepancia en términos del tamaño de la muestra: hay casos en los que se limita a algunos centenares y hay otros que llegan hasta más de 50.000 participantes (en casos excepcionales). No obstante, todas las encuestas se consideran representativas de la población – o parte de la misma, en el caso de encuestas especialmente centradas en la infancia- del país correspondiente. Para permitir una comparación entre diferentes segmentos de la población, se inquiere sobre variables sociodemográficas como la edad, el sexo, el lugar de residencia, el nivel educativo y el estatus socioeconómico, siendo las dos primeras las más utilizadas.

Variables

En cuanto a la medición del comportamiento lector real, las encuestas implementan una gran variedad de variables que dependen del objetivo específico de la encuesta en concreto. Las variables que se aplican en la mayoría de las encuestas son la cantidad de material leído (habitualmente, número de libros), la frecuencia general de lectura y el formato del material leído.

Formatos de libro

Al centrarse la mayoría de los estudios en la lectura de libros, el formato más común sobre el que inquieren las encuestas de hábitos de lectura es el de los libros impresos, seguidos de los libros electrónicos y, en la mitad de los casos, los audiolibros (aunque puede considerarse discutible si escuchar audiolibros también ha de ser considerado como actividad lectora). Por lo general, los diversos formatos se examinan por separado, ya sea formando categorías individuales o, con menos frecuencia, agregando más preguntas sobre un formato específico, como ocurre en el caso de los libros electrónicos. Además, algunas de las encuestas se centran en la lectura en el tiempo libre y excluyen especialmente ciertos tipos de libros, como son los escolares o los libros de texto universitarios.

Definición de lectura

Una pregunta clave cuando se analizan las encuestas sobre hábitos de lectura es qué incluye exactamente en el término “lectura”, ya que la lectura no se limita necesariamente a la lectura de libros. Si bien un tercio de las encuestas se refieren a esta “definición restringida” de lectura, la mitad de ellos también considera que leer periódicos o revistas es lectura y otro tercio incluye la lectura de webs o redes sociales.

Los próximos pasos

Teniendo en cuenta los resultados de este informe, el siguiente paso hacia el desarrollo de una metodología unificada para las encuestas sobre hábitos de lectura en Europa es promover la ejecución de una encuesta piloto. Antes de decidir el enfoque metodológico real y los parámetros como la forma de recopilación de datos, la composición de la muestra y las variables clave, es importante abordar la definición de lectura que debe aplicarse, ya que influye en gran medida en el diseño y en el resultado de futuras encuestas sobre hábitos de lectura. Por lo tanto, se generará previamente un documento de discusión sobre este tema y se compartirá con varias partes interesadas de la industria, las autoridades y el mundo académico para recibir aportes adicionales desde diferentes puntos de vista.

Aldus Up – Building Bridges in the Book World – es un proyecto de cooperación a gran escala cofinanciado en el marco del Programa Europa Creativa 2014-2020, coordinado por la AIE (Asociación Italiana de Editores).