La accesibilidad va a ser cada vez más importante en la industria editorial. Las oportunidades que ofrecen los nuevos estándares y tecnologías de lectura digital y la nueva normativa, van a acelerar la percepción de la accesibilidad como un requisito global.

La industria española ha de unirse al trabajo realizado desde ámbitos especializados; ahora toca producir libros accesibles y distribuirlos a través de los canales habituales, los mismos que se usan para la totalidad de la producción editorial. Esta es una obligación para que las personas con discapacidad de lectura puedan leer exactamente lo mismo que cualquier otro lector.

La Directiva Europea sobre los requisitos de accesibilidad de productos y servicios del 7 de junio de 2019, que se conoce como la Ley Europea de Accesibilidad, establece nuevos requisitos mínimos de accesibilidad en toda la UE para una gama de productos y servicios, con el objetivo de proteger el derecho de las personas con discapacidad al acceso a los bienes y servicios disponibles en el mercado interior de la Unión.

Ante este marco legal, un punto prioritario son los estándares que maneja actualmente la industria del libro y la capacidad para organizar los flujos de trabajo del modo más viable posible.

Cuando se habla de libro electrónico se cuenta con la ventaja de que es un ámbito en el que la industria ha ido desarrollando sus propios estándares y que ha hecho confluir con el resto del entorno digital.

En el documento que ha publicado la Fundación y que puede descargarse aquí se ofrecen unas orientaciones para las editoriales que deseen emprender este camino.

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